10 junio 2013

¡QUÉ COSA COSALÁ!

No veo por dónde voy, sólo camino y me dejo llevar por el tumulto de fachadas coloridas y antiguas pero hermosas siempre bellas... dándome un don caluroso como suele ser una mano amistosa, amigos desconocidos felices de que los visite.
Con ese andar y venir, el estómago me pide mil bocados y los pies un descansito, me paso de platillo en platillo que abastezo demasiado - pan con dulce de leche, quesito, machaca combinada con chorizo y tamales -  y considero importante tomar un descanso admirando su centro histórico, ahh pero que delicia a la vista ese kiosko adornado con la blanca piel de su iglesia en el centro, se respira tradición y hospitalidad...
Ahora en la noche disfruto de un buen momento musical al estiló Cosalá, ambiente familiar y del pueblo místico que nuestros antepasados nos legaron. Un buen licor cañero me dejará disfrutar un poco más y después un sopor delicioso.
En la mañana vuelvo a la vida con un desayuno único y tradicional, esas salsas de los guisos me empujan a probarlos, es mucho para mi panza...
Después agarro mis chivas y me voy para Pueblo Minero y Aguas Termales para reconfortar el cuerpo y el espíritu, son aguas de gran ayuda, además de que disfruto la panorámica, tanta belleza natural, senderos, paisajes pintorescos (iguales que en Grutas México, donde pude ver exuberante vegetación abrazada de su cascada mítica, aves y bellos paisajes), en fin me faltan días para terminar de caminar por aquí...
Cosalá en Sinaloa, pues gózala