... Era un fastuoso día en la creación del mundo, na había Tiempo que esperar pues apenas había nacido y le urgía correr, volar por las montañas y los mares que surgían imponentes y poderosos... en eso había algo que no parecía estar bien, Él tenía todo planeado pero el Tiempo desconocía la magnificencia de lo que vendría, había calculado todo, el número de rocas que emergieran, la cantidad de polvo que vagaría, la profundidad de los mares en el horizonte, hasta la altura de las nubes y su tamaño, sin embargo ignoraba algo trascendental: ¿cuál sería el color de cada cosa creada? Nunca lo pensó, pues a el Tiempo eso le carecía de importancia, qué mas daba no se podría confundir una roca con una nube, una es dura y áspera la otra no se siente en sí... el mar y el valle son muy distintos, el primero es vociferante e inmenso, el segundo es apacible y cálido... No había necesidad de distinguirlos de otra manera.
Pero llegado el momento de que los gobernara, el Tiempo no supo dar órdenes precisas a cada uno, pues los confundía con facilidad, las montañas vociferaban tanto como el mar, las nubes bastas de calor allanaban el suelo, lo abrazaban con estruendos y lamentos desbordantes; confundía fácilmente la profundidad del mar y la altivez del cielo; era un caos, se le escapaba de las manos...
En eso, Quien Todo Creó se conmovió de que no era posible seguir de ese modo, así que le pidió que esperara un momento "Te voy a ayudar"... Alzó la mano y bajándola suavemente apareció en un instante un grupo de amigos que estaban unidos en la dicha de la luz, un arcoiris tranquilo y gigante, le dijo al Tiempo "Escogelos y organizalos", ante tal belleza contempló a cada uno de los colores, no se definía por ninguno en especial, pensó demasiado "Al mar lo pintaré de amarillo y su espuma de rosa... la nieve será morada... las nubes, tal vez..., sí que sean azules..." En eso, Él volvió a detenerlo y le dijo: " Este mundo, así como lo vez, quiero conservarlo por muchos milenios, tendrá que ser un mundo en el que no me canse de admirar, de maravillarme de cada cosa que puse en él, deseo que al verlo me sienta orgulloso y glorificado de tenerlo; pero como te das cuenta estaré pendiente de él siempre y no me gustaría fastidiarme con verlo con colores que no combinan, si te fijas bien el azul se lleva bien con el negro, el rojo es muy amigo del amarillo, pero aún con esos detalles este mundo no lo hice para mí, lo hice para que en él haya Vida, Vida por todos lados que debe estar siempre unida a través de un sólo color, que las demás cosas dependan de él, pues al perderse ese color ya no habrá necesidad de conservar este mundo, y será momento de destruirlo..." El Tiempo se quedó nuevamente pensando, ahora tardó más que antes, hasta que se dijo "Claro, en el arcoiris todos los colores están alrededor de uno solo, ese color los une y distribuye su luz con tal armonía que si lo quitara ya no habría avenencia; además, ese color simbolizará que todos quienes estén en este mundo le agradezcan la cohesión entre los elementos. Entonces como este mundo está hecho para tener Vida este color será para que la Vida la identifiquemos inmediatamente: El primer color que decidirá el destino de este mundo, el primer color que une a los demás colores es... el color Verde."
"Cuando el Verde ya no exista será porque ya no habrá Vida que unir en este mundo"