03 julio 2008

SIEMBRE ÁRBOLES O SIEMBRE AMOR, ES LO MISMO.

Cada ocasión que se tiene para demostrar los sentimientos no siempre somos buenos, los resultados salen por sí solos y nos señala el cómo somos realmente. Pero en todos esos momentos debemos tener presente que pertenecemos a un núcleo familiar y social donde el demostrarles amor y respeto es primordial.

En la familia se puede demostrar con abrazos, besos, caricias, apoyo mutuo, comprensión, escuchando sus problemas y participando en sus soluciones, etc. pero también se demuestra garantizándole un espacio donde vivir, alimento, seguridad, vestimenta, educación, diversión, tranquilidad, dinero (aunque sea poco), viajar (aunque sea cerca), etc. con todo esto se puede decir SOMOS FELICES... pero no es cierto. El mundo está cambiando porque nosotros vivimos, y vivimos cada día aprovechando recursos naturales que nos permiten conseguir esa casi felicidad, por lo que para completar esa dicha debemos apoyar y participar como familia en acciones que favorezcan el seguir siendo felices.

Una de esas felicidades es darle a la Tierra su prioridad en nuestra vida, sin ella de nada valdrían los afectos o las cosas materiales que satisfacen nuestra vida. Si desde que eres estudiante (3 o 4 o 5 años de edad) ¿cuántos libros, libretas o cuadernos has utilizado para ser hoy licenciado (a), ingeniero (a), profesor (a), técnico (a), administrativo (a), etc.? ¿Cuántas veces has disfrutado de un alimento que te ha quitado el hambre, la sed o simplemente por mero gusto? ¿Cuántas enfermedades has superado o evitado por tomar suficiente agua a diario, o por haberte bañado 15 minutos con mucha agua? Si en verdad quieres ser feliz dejame decirte que tal véz sí lo seas, pero nuestra Tierra está triste porque vivimos de ella y no vivimos con ella.

Regálale un buen deseo cuando tengas la oportunidad sembrando un árbol por lo menos al año, en tu casa, tu banqueta, el parque más cercano (pide permiso a las autoridades) o en el patio o terreno de un vecino o familiar, pero hazlo con la conciencia firme de que es parte de la felicidad que le das a tu familia todos los días, porque un árbol nos ofrece aire limpio, promueve agua para que haya alimentos todos los días del año, nos garantiza agua sana, nos ofrece sombra cuando hace calor o evita que en las lluvias se vaya el suelo del patio.

Imaginate jugar con tus hijos en un parque de cemento donde no haya sombra, no haya tierra fresca y sin plantas y animales silvestres. Triste realidad en muchos lugares de hoy.

Es sano y divertido realizar la reforestación con la familia, daras a tus hijos nuevos ejemplos de vida, motivarás a más gente a participar y así podremos estar más tranquilos y felices de saber que estamos contribuyendo a que el día en que ya no estemos aqui dejamos una herencia virtuosa para cientos de años mas.

Ama a tu familia, respeta su mundo.

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